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Giuliano Stroe, el niño rumano que se hizo famoso en 2008, causó sensación en el mundo del fitness y el culturismo debido a su asombroso estado físico y fuerza a una edad muy temprana. Su historia se hizo viral gracias a los videos que mostraban sus impresionantes habilidades y su trabajo en el gimnasio.
A pesar de su corta edad, Giuliano Stroe demostraba un nivel de fuerza y resistencia sorprendente. Realizaba ejercicios como levantamiento de pesas, dominadas en barra, flexiones en 90 grados y ejercicios en anillos de gimnasia con una técnica que parecía de un profesional.
Su padre, Julián Stroe, fue el encargado de entrenarlo y guiarlo en su camino hacia la excelencia física. Sin embargo, esta historia generó controversia y debate sobre si era apropiado que un niño tan pequeño se sometiera a un entrenamiento tan intenso.
OBTIENE RECORD GUINESS NIÑO HULK
La historia de Giuliano Stroe sirvió como ejemplo de hasta dónde puede llegar el potencial humano en términos de estado físico y resistencia. A pesar de las críticas y preocupaciones sobre su salud, su dedicación y habilidades asombraron al mundo y le valieron un lugar en el Libro Guinness de los Récords.
La fama de Giuliano Stroe como “el niño más fuerte del mundo” se consolidó en 2009 después de que lograra un Récord Guinness por realizar la caminata de diez metros más rápida con una pelota de peso entre las piernas. Este logro le valió una gran cantidad de atención de los medios de comunicación de todo el mundo y lo catapultó a la fama.
Sin embargo, su fama también generó controversia y preocupación por parte de algunos críticos, quienes cuestionaron si era apropiado someter a un niño tan joven a sesiones de ejercicio tan intensas. Su padre, Julián Stroe, defendió su enfoque de entrenamiento y afirmó que Giuliano entrenaba por gusto propio y no por obligación. También enfatizó que siempre estaba presente durante las sesiones de ejercicio y que su hijo nunca hacía ejercicios solo.
Julián Stroe explicó que Giuliano lo acompañaba a la sala de entrenamiento desde que era un bebé y que siempre se aseguraba de que su hijo realizara los ejercicios de manera segura. También mencionó que permitía que Giuliano jugara y, si se cansaba, abandonaba las pesas.
AUTOR: EDGAR GUILLERMO VALLEJO GUARIN
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